Formas de afrontar el estrés

 

afrontar el estrés

Las distintas formas en que reaccionamos cuando nos enfrentamos al estrés marcan grandes diferencias en nuestra calidad de vida.

El afrontamiento del estrés es aquello que hacemos para soportar o sobrellevar el estrés. Puede  consistir en cosas que pensamos, cosas que hacemos o  reacciones emocionales, y no siempre lo hacemos de la mejor manera posible.

Hay tres formas en las que podemos afrontar el estrés:

  1. Intentar cambiar la situación que lo provoca. ¿Puedo sortear la caravana en la que me veo atascado cada mañana en el coche levantándome 5 minutos antes?
  2. A veces no posible cambiar la situación y en este caso, el afrontamiento idóneo será reconsiderar el significado. Un jefe injusto en un trabajo del que no puedes prescindir. Él es una persona amargada y no voy a dejar que me amargue a mi también, pondré un escudo para que no me afecte
  3. Otras veces, la situación  es intrínsecamente estresante, no podemos escapar y no es fácil verlo de maneras menos amenazantes. Entonces el afrontamiento consiste en reducir los síntomas del estrés. Ser cuidador de un familiar  dependiente y a largo plazo. En este caso, el afrontamiento tendría que pasar por el autocuidado, pedir ayuda, reservar momentos para uno mismo.

Pero el afrontamiento orientado a reducir los síntomas puede ser llevado a cabo de distintas maneras, y es aquí donde a veces surgen los problemas. El intento de reducir los síntomas puede hacerse a través de acciones saludables como practicar relajación, meditación o ejercicio. Pero también puede hacerse por otras menos saludables (atontarnos frente al televisor encadenando capítulos de una serie) o claramente nocivas para la salud (beber alcohol o consumir drogas para conseguir relajación).

Las consecuencias de unas y otras opciones son muy distintas, y también el grado de éxito obtenido. Las soluciones que pasan por “narcotizarse” de una u otra manera, solo consiguen su objetivo a cortísimo plazo, creando un efecto rebote cuando se ha de prescindir de ello. Sin embargo, las soluciones saludables tienen un efecto acumulativo y positivo: podemos trabajar cada día para seguir estando mejor, y con ello vamos construyendo bienestar.


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