Relajación

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La relajación física es el portal necesario y desde nuestro punto de vista imprescindible, para cualquier trabajo posterior de relajación mental, meditación o profundización en la consciencia, y es la primera herramienta a la hora de manejar el estrés, por cuanto revierte los efectos de éste en el cuerpo, y por tanto, las consecuencias indeseables sobre nuestra salud.

Nuestro curso Auto Relajación Consciente  es un programa de aprendizaje en el que se engloban de forma estructurada técnicas que abarcan tanto el aspecto físico, como el mental y emocional.

En nuestros programas a medida trabajamos también con técnicas de relajación muscular sistemática (tensar y relajar), relajación diferencial (permite identificar los sistemas de control del cerebro para relajar o activar músculos de manera selectiva), relajación del Sistema Nervioso Autónomo, técnicas de rotación de la atención en el cuerpo, técnicas de respiración de la tradición yóguica, y también técnicas indirectas como estiramientos y yoga.

Beneficios de  practicar relajación

La práctica regular de relajación conlleva beneficios a distintos niveles: físico, emocional y mental. Todos estos beneficios concurren a un aumento de la calidad de vida, y nos conducen a una existencia más consciente,  y más saludable. Podemos citar entre otros, los siguientes beneficios:

A nivel físico
  •  Alivia en el caso de contracturas en la espalda, hombros, cuello o cabeza, debidas casi siempre a estados tensionales.
  • Mejora la circulación sanguínea. Los órganos internos están mas oxigenados y trabajan mejor.
  • Es regulador tanto en caso de hipertensión como en el de hipotensión arterial.
  • Mejora el sistema inmunológico.
  • Se observa una regularización del tránsito intestinal, y en general una mejora del funcionamiento del sistema digestivo.
  • Disminución en los niveles de colesterol.
  • Aumento de leucocitos.
  • Mejora las estructuras cerebrales involucradas en la memoria, empatía y autoconciencia.
A nivel emocional
  • La práctica regular de relajación disminuye los niveles de angustia y ansiedad.
  • Produce mejoría en casos de depresión.
  • Aumenta la producción de endorfinas incrementando la sensación de bienestar.
A nivel mental
  • Se produce una disminución en la dispersión mental y una mejora de concentración.
  •  Aumenta la memoria.
  •  Se produce una mayor conciencia del propio cuerpo.
  •  Cambia nuestra manera de percibir el tiempo, nuestra conciencia se traslada al presente

Más sobre estrés y relajación

¿Qué es el estrés?

El estrés se produce cuando nos enfrentamos a situaciones para las que consideramos que no tenemos recursos o capacidades suficientes. Este desequilibrio requiere un esfuerzo de adaptación que involucra estados emocionales intensos, como la ansiedad, pero también puede desembocar en emociones como la tristeza o la ira.
Por otra parte, el estrés es una de las causas de la ansiedad, pero no la única. También causas físicas como el consumo de cafeína, alcohol, bebidas energéticas, algunos medicamentos, ruido excesivo, o turnos de trabajo que alteran los ritmos biológicos pueden causar ansiedad.
La ansiedad es una emoción natural y necesaria para la vida. Sólo cuando dura demasiado tiempo o es demasiado intensa, supone un problema.
La vida cotidiana en la sociedad occidental, especialmente en las ciudades, ha sufrido un incremento exponencial en cuanto a exigencia en la gestión del tiempo, productividad y exceso de responsabilidades. Todos estos factores contribuyen diariamente a elevar nuestros niveles de activación dado que los sistemas de alerta se disparan como respuesta a lo que se percibe como situaciones de peligro (sentirse abrumado por un exceso de tareas, sojuzgado por baja productividad en el trabajo, amenazado por la mala salud, la posibilidad de pérdida de empleo o de vivienda, etc.) La activación ocurre tan frecuentemente que el organismo no tiene capacidad de recuperarse de los estímulos, y restablecer su funcionamiento normal, produciéndose así tensión crónica.

Consecuencias del estrés

A nivel físico el estrés sostenido se traduce en una excesiva tensión muscular, niveles elevados adrenalina en sangre, mayor frecuencia cardíaca, problemas digestivos, hipertensión y alteraciones de tipo inmunológico, entre otros.
A nivel emocional, la tensión crónica desencadena estados de ansiedad, angustia, irascibilidad o tristeza, que puede desembocar en depresión.
A nivel mental, se produce dispersión, la mente salta de pensamiento en pensamiento a veces enganchándose en ideas obsesivas, hay dificultad para centrarse, falta de memoria, la percepción es restringida y, en la mayor parte de los casos, el ciclo del sueño se ve alterado.»

No todo el mundo sufre el estrés del mismo modo

A pesar de que todos los niveles están interrelacionados, mientras que algunas personas sufren los efectos negativos del estrés a nivel muscular mayoritariamente, con la consecuencia de contracturas y dolores musculares, otras es a nivel del sistema nervioso autónomo, con problemas como el colon irritable o alteraciones en el ritmo cardíaco entre muchas otras.
Reacciones como la irritabilidad, o la labilidad emocional, son manifestaciones del estrés a nivel emocional; y cuando identificamos en nosotros problemas de dispersión mental, falta de memoria o mente inquieta, podemos estar describiendo síntomas de tensión a nivel mental. Un nivel de manifestación del estrés que se revela en estados de desmotivación, o falta de sentido de la vida, se podría calificar de estrés a nivel espiritual.

EN LA PRÁCTICA

Un comentario relativamente frecuente en la 2ª sesión de un programa de relajación (tras 7 días de práctica) es: «me he sorprendido a mi misma tomándome determinada situación con más calma de lo que nunca hubiera imaginado». Esta es una habilidad que se desarrolla siempre que se lleva a cabo el entrenamiento, pero en algunas personas empieza a manifestarse en los primeros días.

En ocasiones, contracturas musculares que llevaban meses asentadas, en hombros o cuello,  llegan a remitir en el plazo de 2 o 3 semanas de práctica.

En los primeros días de práctica, muchas personas manifiestan tener mayor facilidad para conciliar el sueño y conseguir un sueño más profundo.

Otra manifestación temprana habitual de los efectos de la relajación es una mejoría en el tránsito intestinal.