Paz interior

Mar en calma. Paz interior: equilibrio entre lo que crees que debería ser y lo que es.

Se alcanza paz no tanto cuando se han alcanzado metas, sino cuando hay equilibrio entre lo que crees que debería ser y lo que es.

Y creo que la clave de esto es la aceptación. Aceptar la realidad como es, sin enjuiciar, sin etiquetar, sin criticarla.

Sientes paz interior cuando no te juzgas, cuando no te repites continuamente que las cosas no deberían ser así sino de otra manera.

Sientes paz interior desde la honestidad de aceptar de ti y de la vida, lo que es (lo que te gusta y lo que no te gusta) sabiendo que lo haces lo mejor que puedes y sabes:

Esto es lo que hay. Esto es lo que soy. Esto es lo que tengo.

Aplacando el ansia de perfección

Aunque hay cierta controversia sobre la veracidad de esta afirmación, se dice que los defectos en las alfombras persas (pequeñas asimetrías, o imperfecciones) se deben a acciones deliberadas por parte de su autor, como muestra de humildad, ya que solo Dios puede hacer cosas perfectas.

alfombra persa con imperfecciones: "permitirnos la imperfección nos ayuda a aceptarnos y tratarnos mejor, y por tanto, ser más felices"

Dejando a un lado si es o no cierto, podríamos tomar esta actitud como modelo para ayudarnos a luchar contra el perfeccionismo, una de las ideas que descubrimos cuando «rascamos» en la causas del estrés de muchas personas.
Cuando pretendemos hacer las cosas perfectas, a menudo entramos en un bucle de corrección y mejoramiento que resulta improductivo, ya que los pequeños cambios que podamos realizar una vez dado por bueno aquello que estemos haciendo, no mejoran significativamente nuestro trabajo, y sin embargo, reducen la productividad y sobretodo, producen ansiedad.

Permitirnos cometer algún error (razonable) en las cosas que hacemos en el día a día, colabora en cimentar una mayor aceptación de uno mismo, y en cubrir la simple necesidad de reconocer que somos humanos y por tanto, imperfectos.